2.1 Los alcances del artículo 27 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH)

2.1.2 Igualdad o equidad: falso dilema

Antes de abordar el concepto de discriminación, es preciso hacer un alto en el camino y reflexionar sobre la relación entre igualdad y equidad, ya que en el sentido común se suele sustituir el término "equidad" por el de "igualdad". Sin embargo, como lo señala Alda Facio (2004), jurista que formó parte del Comité de seguimiento a la aplicación de la CEDAW, la igualdad comprende la equidad, porque no se puede tratar como iguales a las personas cuya condición de partida, es desigual, ya que se reproducirían infinitamente las desigualdades. Para García Prince (2008) , la equidad es lo que va a permitir dar trato diferente a quienes están en desventaja, para que tengan posibilidades de alcanzar sus objetivos en condiciones de igualdad frente a las otras personas.

La confusión entre igualdad y equidad según Facio se expresó durante la IV Conferencia Internacional de la Mujer celabrada en Beijing, China en 1995. La misma tuvo dos fuentes:

  • La primera provenía de quienes consideraban que la igualdad conllevaría a “igualar a las mujeres con los hombres” y por lo tanto a no transformar las condiciones de desigualdad existentes entre ambos.
  • La segunda, quienes consideraban que al hablar de equidad se incluía a los hombres y por lo tanto la demanda de igualdad parecía más simple y “menos radical”.

Ambas posiciones fueron cuestionadas por el Comité de Expertas de la CEDAW (CO-CEDAW) el cual ratificó la igualdad como un principio de justicia y de legalidad que necesariamente parte de reconocer las diferencias y desigualdades que se ciñen entre mujeres y hombres.

Por lo anterior, se considera que el uso de igualdad y equidad como conceptos antagónicos no responde a definiciones sustantivas sino ideológicas. Por ello, si bien es incorrecto sustituir la primera por la segunda, ambas nociones pueden ir de la mano ya que como bien afirma Facio, quedarnos sólo con políticas de equidad podrían llevar a implementar acciones que compensen las diferencias pero que no transformen las condiciones de desigualdad.

Alda Facio. Costarricense, jurista feminista, experta en justicia , género, violencia y derechos humanos de las mujeres.
Evangelina García Prince. Venezolana doctora en ciencias económicas y sociales, experta en política pública, género, democracia y derechos humanos de las mujeres.

Para ilustrar el argumento anterior, Facio ejemplifica con el asunto del trabajo doméstico no remunerado, el cual si es visto desde la óptica de la equidad, podría resolverse con el pago de un salario para las mujeres. Sin embargo, esta “equidad” no toma en cuenta la carga y las implicaciones que este tipo de trabajo tiene sobre el uso del tiempo de las mujeres, lo cual se traduce en una desventaja estructural. En cambio, si el mismo problema lo vemos desde la óptica de la igualdad, lo primero que tendríamos que realizar es comprender qué origina la desigualdad en este campo y comprender cómo ello tiene consecuencias en los derechos y oportunidades de mujeres y hombres. Derivado de esta primera revisión, observaríamos que no todos los grupos de mujeres y hombres están en la misma situación. Por ejemplo, las mujeres profesionistas con doctorado dedican 26 horas de su tiempo a las labores domésticas mientras las que no tienen la capacidad de leer ni escribir dedican un total de 39 horas semanales. Evidentemente, las acciones de equidad cobrarían especificidades ad hoc a las necesidades de unas y de otras.

En suma, como ya se aseguró, una primer premisa metodológica a tomar en cuenta al planear acciones de igualdad es que las mismas deben contemplar una visión que apunte a resultados estratégicos que incidan o transformen las desventajas estructurales que generan la desigualdad. Una forma de atener los desequilibrios específicos es mediante políticas de equidad o acciones afirmativas que compensen el posicionamiento de ciertos grupos de mujeres y de hombres. Recordemos que la perspectiva de género señala que la desigualdad entre mujeres y hombres adquiere niveles o dimensiones específicas según otras variables de diferenciación social como la clase, la edad o la procendencia étnica, por ello los resultados estratégicos deben apuntar a cambios estructurales (por ejemplo el tiempo que destinan las mujeres al trabajo doméstico y cuidado las familias y personas que lo requieren, sin obviar las particularidades del contexto.

Actividad Manos a la obra

Objetivo

Reforzar la capacidad para distinguir la diferencia entre los conceptos de "igualdad" y "equidad".

Instrucciones

Lee el caso que se presenta y selecciona las opciones correctas.

En la escuela "Martín de la Cruz", una escuela regular, asisten Lalo y Susana. Él tiene una discapacidad visual y ella usa silla de ruedas. Ten presente la relación y la diferencia entre igualdad y equidad y reflexiona: ¿Qué acciones y medidas debería tomar la escuela para que Lalo y Susana disfruten de las mismas oportunidades de acceso y desarrollo escolar?

Criterios de evaluación

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