3.3 El diseño de acciones para la igualdad: ejercitando nuestras capacidades
En este apartado pasaremos a la acción. De las nociones presentadas a lo largo de este curso a continuación revisaremos una serie de criterios que necesariamente tendrán que tomarse en cuenta al momento de diseñar acciones para la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
Los criterios a los que hacemos referencia son:
Derechos
Todas las acciones para la igualdad deben estar orientadas a garantizar el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres. Esta es la premisa fundamental de la igualdad sustantiva.
Recordemos que para definir del conjunto de derechos humanos de las mujeres, es obligatorio consultar la CEDAW, la Convención de BELEM DO PARÁ y otros instrumentos internacionales que establecen las pautas y compromisos suscritos por los países parte del Sistema de Naciones Unidas.
A nivel nacional, es necesario revisar la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres que define los objetivos de política pública según cada uno de los derechos humanos de las mujeres.
Diversidad social y contexto
Como ya se indicó en la unidad dos , el género se mezcla con otros determinantes de la desigualdad social como la clase, la etnia, la procedencia rural-urbana, las preferencias sexuales, entre otras. Por lo tanto, en nuestras sociedades, las necesidades de mujeres y hombres no son idénticas para todos los grupos de mujeres y todos los grupos de hombres. La consideración de estas especificidades contextuales no debe obviarse al momento de diseñar acciones para la igualdad.
Sobre el particular es necesario y urgente considerar la especificidad de las comunidades indígenas con pautas de trabajo comunitario y normas consuetudinarias en relación a la elección de autoridades y el uso de las tierras comunitarias.
El distinguir la especificidad de ciertos grupos sociales es la base para identificar la aplicación de acciones afirmativas o de igualdad de trato que compensen inequidades particulares.
Empoderamiento
Otra noción estratégica que surge en el marco del enfoque GED es el concepto de “empoderamiento” que hace referencia al proceso individual y colectivo mediante el cual las mujeres ganan poder de participación en las esferas de decisión de la vida personal, familiar, comunitaria y política.
De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el empoderamiento “es el proceso por medio del cual las mujeres transitan de cualquier situación de opresión, desigualdad, discriminación, explotación o exclusión a un estadio de conciencia, autodeterminación y autonomía, el cual se manifiesta en el ejercicio del poder democrático que emana del goce pleno de sus derechos y libertades”.
El empoderamiento es un proceso íntimamente ligado con el control efectivo de las fuentes del poder social, esto es, de los recursos materiales y no materiales, así como con la capacidad de las mujeres de hacer elecciones estratégicas para su posicionamiento social y personal. Este no es un proceso lineal, por el contrario, es dinámico, multidimensional y su acción no se restringe al cambio individual, ya que incluye las transformaciones institucionales y culturales.
Es decir que desarrollar acciones para que las mujeres se empoderen supone cambios en lo individual, en lo social-comunitario, en lo cultural e ideológico y en lo económico. En su conjunto, todos estos niveles crean condiciones favorables para que las mujeres puedan tomar decisiones que correspondan a sus objetivos y deseos para actuar en beneficio propio.
Es necesario fortalecer la autonomía y la capacidad de las mujeres de decidir por sí mismas. Por eso, se recomienda realizar acciones educativas y de divulgación que faciliten la apropiación de los derechos por parte de las mujeres, dando validez a sus reclamos, demandas e intereses.
Una condición fundamental por erradicar en el plano de las relaciones individuales, es garantizar que las mujeres no sufran violencia en el hogar ni en las relaciones conyugales, ya que la misma es un obstáculo que inhibe su confianza para actuar en actividades que directamente las beneficien.
Esta dimensión colectiva corresponde a lo que se denomina “capital social” e incluye la dimensión asociativa formal y de acceso a las redes sociales, que son primordiales para adquirir información, intercambiar recursos de apoyo respecto al cuidado de los hijos(as), la carga de las tareas domésticas, sobre todo cuando las mujeres lo deben combinar con trabajo remunerado.
La pertenencia a grupos y redes favorece las oportunidades asociativas de carácter económico, de participación política y de acompañamiento interpersonal que apoyan decisiones de ruptura de relaciones violentas e incentivan proyectos personales de capacitación o actividades creativas y artísticas.
Es necesario romper aquellos estereotipos o normas sociales de género que restrinjan el actuar autónomo de las mujeres. En este plano, las actividades de tipo cultural que hagan visibles y posibles otras formas alternativas de ser y de expresión, son vías que influyen en el empoderamiento de las mujeres. Este nivel afecta principalmente el contexto y las normas sociales que condicionan el comportamiento de mujeres y hombres.
En esta dimensión se trata de romper la dependencia económica que en muchas ocasiones sujeta a las mujeres al control masculino, principalmente de padres y esposos. En el plano económico es importante garantizar el empleo de las mujeres para que aumenten sus ingresos, pero también reconocer y promover sus derechos a la propiedad de los bienes (tierra, vivienda, autos y maquinaria).
El conjunto de estas nociones ayudan a la puesta en marcha de políticas públicas con acciones que consideren el impacto potencial que pueden tener sobre las estructuras de la desigualdad de género y por lo tanto en las metas globales para el desarrollo.
En ese sentido dan cuenta también de lo importante que es la forma como se concibe o aborda una problemática para lograr construir soluciones, es decir que un aspecto central en el diseño de políticas públicas es la definición del enfoque que orienta las acciones y metas que se quieren alcanzar.
En México, la propuesta de impulsar el empoderamiento de las mujeres, en tanto se estipula en una ley general, se constituye en un enfoque rector de las acciones que busca hacer explícito el compromiso del Estado por mejorar el posicionamiento de las mujeres en el marco de las relaciones de género existentes en la familia, la comunidad y la vida pública.
Cambios Socio culturales
Toda acción para la igualdad debe promover un cambio cultural. Por ello, es importante impulsar acciones que cuestionen o propicien la reflexión en los modelos de feminidad y masculinidad que subyacen en las identidades, roles y estereotipos de género para impulsar su transformación. Algunas ejemplos de este tipo de acciones es la divulgación de las tendencias de las mujeres que han incursionado en actividades consideradas masculinas; políticas de reflexión sobre la identidad y significado del ser madres en las y los adolescentes y jóvenes; la participación de los hombres en el trabajo doméstico y en el cuidado de los hijos, etcétera.
Transversalidad
Una vez que hemos identificado las acciones que podrían atender las brechas de desigualdad, otro criterio indispensable en la fase de diseño son los procesos para su incorporación transversal en el marco de las políticas de una institución. Para visualizar lo que ello implica, te recomendamos seguir los siguientes pasos:
- Paso1. Analizar los programas existentes e identificar cómo deben modificarse
- Paso 2. Proponer modificaciones a los objetivos, estrategias y/o actividades de los programas seleccionados para impactar en las desigualdades de género.
- Paso 3. Desagregar y priorizar las actividades, metas e indicadores que darán cumplimiento al objetivo general y/o a los objetivos específicos de igualdad definidos
- Paso 4. Justificar las acciones propuestas alineándolas a los objetivos y líneas de acción del Proigualdad y del PND 2013-2018.
Una vez que abordamos las políticas, los enfoques y el tipo de acciones que podemos impulsar, hay que delinear cómo transversalizarlas en las políticas globales existentes en un determinado sector.
Paso
Analizar los programas existentes e identificar cómo deben modificarse
Recuerda que el alcance, resultado e impacto que se logre tener dependerá en gran medida del enfoque o la perspectiva de inicio con la que se aborda el problema y que orientará las acciones a realizar. Dado que vamos a trabajar sobre un programa público ya vigente con el propósito de incorporar o adecuar las ACCIONES DE IGUALDAD, lo primero es analizar si los objetivos de dicho programa tendrán que ser replanteados o por el contrario pueden mantenerse tal cual están formulados.
Es importante tener presente que la inclusión de acciones de igualdad no necesariamente implica el replanteamiento del objetivo general de un programa ya que la naturaleza de éste puede responder a la prestación de un servicio cuyo problema de origen no está determinado por el sexo o por brechas de desigualdad.
Evidentemente no existe una receta para identificar cuando los objetivos de un programa deben cambiar al pretender incorporar acciones que tengan resultados más estratégicos, esto depende de la naturaleza del problema a resolver, del servicio o bien que proporcionen a la ciudadanía. No obstante, es necesario hacer dicha valoración a la luz de las áreas de oportunidad detectadas como de las acciones estratégicas que se deben incorporar para modificar las brechas de la desigualdad que afectan la condición y posición de la población objetivo de dicho programa.
Ello implica, revisar los objetivos del programa público seleccionado desde la perspectiva de la igualdad de género y de los resultados o cambios que se busquen y se puedan lograr
Paso Proponer modificaciones a los objetivos, estrategias y/o actividades de los programas seleccionados para impactar en las desigualdades de género
Por lo tanto, nuestro segundo paso implica preguntarnos: ¿Si la inclusión de las acciones de igualdad conlleva la modificación del objetivo general del programa o bastaría con incluir objetivos específicos que complementen su orientación?
La definición de este nivel de objetivos podrá realizarse tomando en consideración las áreas de oportunidad del programa, las cuales pueden estar dadas por:
- La atención de las necesidades de grupos más afectados por los problemas de la desigualdad de género que aún no han sido subsanados por los resultados del programa analizado;
- La visión estratégica para incidir en algunos de los factores estructurales que afectan la desigualdad de género;
- La necesidad de generar cambios organizacionales que apunten a institucionalizar el funcionamiento de las acciones de igualdad en las instituciones públicas en las que se operen los programas analizados.
Finalmente, es importante tener claro que la definición de los objetivos debe reunir los siguientes requisitos:
- Deben ser claros y específicos,
- Deben ser congruentes con los objetivos de la política sectorial en la que se inscribe y con el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres (PROIGUALDAD) que marca los objetivos de la Política Nacional para la Igualdad.
- Deben dar paso a la desagregación por sexo y su impacto de género en metas e indicadores que permitan su medición y,
- Deben alcanzarse en determinado periodo
Paso Desagregar y priorizar las actividades, metas e indicadores que darán cumplimiento al objetivo general y/o a los objetivos específicos de igualdad definidos
Es importante tomar en consideración que las actividades constituyen el conjunto de tareas que permiten la ejecución de una acción previamente definida. Las metas por su parte, especifican el nivel del desempeño a alcanzar, por lo que deben ser realistas, expresarse cuantitativamente y corresponder a un logro significativo para el avance en el cumplimiento de resultados.
Por su parte, en relación a los indicadores es necesario considerar que éstos son indicativos del logro que deseemos alcanzar. Para estar en consonancia con las definiciones que hace la Secretaría de Hacienda y Crédito Público respecto a los indicadores. Conforme a las definiciones establecidas por dicha entidad, vamos a desarrollar nuestro ejercicio incluyendo indicadores de desempeño.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha establecido también la necesidad de desarrollar indicadores de resultados que dan cuenta de los impactos que las acciones públicas tienen sobre las poblaciones o en las brechas de desigualdad. Aquí puedes observar la relación de indicadores de resultados de los programas etiquetados.
La Matriz de Indicadores (MIR), en tanto herramienta de planeación estratégica, resulta un espacio clave para incidir con acciones para la igualdad. Por ello, es indispensable que los indicadores a incluir expresen de manera clara y precisa qué se va a lograr, a quién va dirigido el programa, en cuánto tiempo se espera lograr y sobre todo: cuánto aporta al cambio de las desigualdades y relaciones de género.
Algunos aspectos que puedes considerar para el diseño de tus indicadores, pueden ser:
- Recursos destinados por sexo
- Si los recursos destinados son suficientes
- Si al cierre del ejercicio fiscal se ejercen todos los recursos asignados
- Inclusión de necesidades por sexo y de género
- Nivel de participación por sexo
- Éxitos del proyecto por sexo
- Cómo se mide la brecha de desigualdad que se pretende reducir o eliminar
- Cómo se miden los avances
- El número de personas atendidas se incrementará (cobertura)
- La cantidad y calidad de la atención para población desagregada por sexo
- Al cierre del ejercicio fiscal
- Modificación en el estilo de vida
Los indicadores de género o con perspectiva de género permiten dar seguimiento al impacto que nuestras acciones tienen en las brechas de desigualdad y en las relaciones entre mujeres y hombres.
Paso Justificar las acciones propuestas alineándolas a los objetivos y líneas de acción del Proigualdad y del PND 2013‐2018
Aunque lo hemos dejado al último, no significa que este paso deba realizarse al final de todo tu proceso de diseño de acción para la igualdad. Es un paso indispensable que requiere de un espacio especial porque implica identificar el objetivo, las estrategias y las líneas de acción a las que tu propuesta estará alineada a través de la revisión de un instrumento rector en la materia como el PROIGUALDAD. Para ello, te invitamos a ingresar a la siguiente presentación:
Instrucciones: Da clic en la imagen para ver la presentación
Fuente: Dirección de Capacitación y Profesionalización - Inmujeres
Prezi:http://prezi.com/76fjpjpdfkwy/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share
Actividad Foro
En este foro revisaremos colectivamente un programa que cuenta con recursos etiquetados del Anexo 12.
> Objetivo
Que las personas participantes identifiquen las características que el programa debe cumplir para lograr acciones estratégicas en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
> Instrucciones
Ingresa al foro y sigue las instrucciones de tu tutor/a.
> Criterios de evaluación
- Que tu particoa realices una revisión reflexión profunda con base en el caso revisado y las preguntas
- Participes en el foro por lo menos 2 veces
- La claridad con la que expresas tus ideas, la redacción y la ortografía